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El presidente de Página/12 Fernando Sokolowicz: “Creo que la presidenta Cristina Fernández es lo mejor que nos ha podido tocar, aún con todo lo que no hizo, o que no pudo hacer”

El también productor de cine afirmó asimismo que su periódico es lo más independiente posible, dentro de las circunstancias del mercado capitalista.

Publicado: 2015-09-26


Fernando Sokolowicz es un prospero empresario argentino que empezó desde muy joven, luego tuvo que salir de Argentina para exiliarse en Israel. A su regreso, con la democracia de vuelta en el país sureño, trabajó en derechos humanos, y en el año 1987, se unió con Jorge Lanata y fundaron el diario Página/12, del que hasta el día de hoy es su presidente y principal accionista. Sokolowicz, además es propietario de Aleph Media, una importante productora cinematográfica.

En esta conversa, el empresario nos habló de sus inicios, de su posición política, y de cómo se manejan las famosas “pautas publicitarias” en el mercado de los medios en Argentina. Menciona además, la realidad del cine argentino, y en qué consisten los subsidios en la gestión del INCAA.


Luego de tu exilio en Israel, ¿en qué tiempo retornaste a Buenos Aires?

Retorné luego de varios meses, por un tema familiar, fue por un hermano que acababan de detener, entonces, nosotros teníamos que dispersarnos un poco.

¿Cómo fueron tus escarceos empresariales?

Siempre me dediqué a la actividad empresarial, mi familia paterna tenia actividades relacionadas con la madera, la carpintería, y la forestación. Desde los quince años trabajé con ellos, digamos, que yo corría un poco más en la vida, y tenía que ser empresario, y tener actividades políticas, y pensé que para eso requería estudiar.

¿Qué estudiaste?

En aquel momento, llegué a cuarto año de Derecho, y me fui de la Facultad para irme a estudiar periodismo a la Universidad Nacional de La Plata. Luego vino el golpe y me tuve que ir de La Plata, y después de Argentina, y allí terminó mi carrera universitaria. Y retorné a los cuatro años, a mediados del ochenta.

Y tuviste que empezar de nuevo

Cuando viví en el exilio trabajé en un diario en Israel, era un semanario en español. Luego, al llegar a Argentina, trabajé un poco en Derechos Humanos hasta el año 1983 que volvió la democracia, y ahí en virtud de mi vocación en el campo empresarial, empecé algunas cosas.

¿Y al iniciar la aventura de Página/12 te imaginaste que se convertiría en lo que es hoy?

No, para nada. El inicio fue totalmente distinto, era un diario de cinco días de circulación, de contra-información. Era buscar cinco noticas importantes que podían pasar en Argentina, o en el mundo, y darle además un contenido.

Mientras que Clarín era el monstruo

Hoy también lo es. Pero en Página/12 a medida que fuimos avanzando en el proyecto, sin haberlo lanzado, nos fue generando algunas dudas, pensábamos si nuestro proyecto era sustentable; entonces, ya en el momento de salir, tenía más páginas de las que habíamos imaginado, con más estructura de la pensada. Y a los pocos meses ya salíamos cinco días, después seis días, hasta quedarnos en siete días a la semana.

Por cierto, desde el principio enfatizaron la sección cultural

Tuvimos una gran ventaja. En aquel momento, contamos con los mejores periodistas independientes de Argentina que no eran tomados por los diarios convencionales, que los habían marginado directamente; entonces, todos esos escritores y periodistas que eran las mejores plumas se acercaron a Página/12, y colaboraron muchísimo. Ahí tuvimos a Osvaldo Soriano, Tomás Eloy Martínez, y a otros que también han muerto, aunque otros continúan.

¿Horacio Verbitsky siempre estuvo?

Horacio estuvo desde el primer día.

¿Y qué pasó con Jorge Lanata, por qué se pelearon, se hablan ustedes?

A Jorge no lo veo hace cuatro años. Y no nos hablamos, pero no significa que estemos peleados.

Pero en este momento es tu competencia

Digamos, que estamos en proyectos distintos, no es competencia. Lanata siempre fue Lanata, su proyecto es él mismo, y lo sabe hacer bien. Tiene un buen marketing, y hoy en día está parado donde está, y mañana podría estar parado en otro lado.

¿Cómo surge la productora cinematográfica Aleph Media?

Desde el diario, la sección cultural cinematográfica era la que más me interesaba. Y en año 1989 coproduje la primera película, sobre una novela de Enrique Medina, que se llamó Las tumbas, del director Javier Torres. A partir de ahí me quedó el bichito de producir, y ya llevamos más de setenta películas en este momento.

Qué tal récord, ¿Y ahora cuántas producen por año?

Ahora estamos produciendo de seis a ocho películas por año.

¿Consideras que tu productora es la más importante de Argentina?

De pronto, es la que más se ha desarrollado, aunque puede haber alguna otra productora que tenga más capital. De hecho, Juan José Campanella es un director que tiene su propia productora 100 Bares, que es muy seria y eficiente; pero hace menos películas que nosotros, aunque con presupuestos más grandes, porque son presupuestos internacionales.

Se dice que Aleph Media ha sido la productora de cine más beneficiada por el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales)

¿Por qué dices eso?

Porque en los subsidios de parte del gobierno ustedes recibieron varios millones para sus proyectos cinematográficos.

Nosotros con la gestión que estuvo hace dos años, tuvimos un enfrentamiento importante, y durante los seis años que duró esa gestión, no tuvimos una buena relación. De acuerdo al sistema del INCAA, una vez que pre-clasificaste, te corresponden los subsidios por cada película. Y en el caso de nosotros, al tener seis u ocho películas preparándose, posiblemente tengamos más subsidios que otros, pero no significa que sean más subsidios en cada película; sino, que producimos más que los otros.

Por eso mismo, si ustedes hacen más películas ¿Cada una de ellas adquiere más derecho económico?

Cada una adquiere su derecho, pero, esto es una decisión empresarial. Hablo de la cantidad de películas que se ha decidido hacer, y que nadie está limitado a producirlas. Y el director que tiene su propia productora, quizás hace una película por año; y si es una productora que decide tener determinados proyectos, quizás hará dos películas por año. Nosotros tenemos una estructura grande, por eso hacemos de seis a ocho películas por año.

Ustedes produjeron la película chilena Las niñas Quispe

Nosotros fuimos coproductores minoritarios en esa película. Habitualmente coproducimos con Chile, con Brasil, y en este momento tenemos tres coproducciones. Con México hemos armando una, y también con España, e Italia.

¿La ley de cine está funcionando en Argentina?

La Ley de cine funciona muy bien, y la ley es muy buena. El tema es, cómo se instrumenta. Cuando te estaba hablando de mi crítica hacia la gestión anterior de Liliana Mazure al frente del INCAA, que terminó en diciembre de 2013, creo que no la instrumentó muy bien. Y nosotros lo que hacíamos, era trabajar en lo que nos pertenecía, porque no teníamos una relación muy fluida.

¿Qué les sugerirías a los cineastas que no tienen medios para cumplir el sueño de su realización?

Conociendo un poco lo que sucede en cada país latino, y algunos europeos, yo creo que las mismas producciones se pueden hacer de acuerdo a los recursos de cada lugar, por supuesto, siempre que se llevara adelante una política gubernamental de entender que la cultura es la mejor inversión. Es un trabajo institucional; pero después, en el trabajo individual de llevar adelante su propio proyecto, significa romperse el alma, recorrer los distintos países, y lo distintos productores. A nosotros nos vienen a ver directores con óperas primas de distintos países, y nos encanta. De hecho, por año hacemos de dos a tres óperas primas que vamos seleccionando y acompañando. No hay mejor cosa que tener fe en el proyecto, y ese mismo proyecto se adapta, y se puede realizar en un país con el diez por ciento del presupuesto, y en otro país, quizás con el cien por ciento. En Uruguay, que está al lado nuestro, por ejemplo, hacen películas de las características nuestras con el veinte por ciento del presupuesto de una película argentina, porque no tienen mayor presupuesto, sin embargo, siempre producen sus cuatro o cinco películas por año.

Algo curioso, desde hace muchas décadas se han visto películas argentinas interesantes. Y sabemos que hay muchas escuelas de cine en Argentina. ¿A qué se debe ese sello personal de sus realizadores?

Hay decenas de miles de estudiantes de cine, pero no creo que sea por eso. Esto viene de antes, lo que sucede es que hay una base cultural argentina, y una educación, e historia política de luchas, que hace que todos los que estamos inmersos en el mundo del cine comprendamos que es posible, y que hay que intentar llevar testimonios sobre las realidades, y las fantasías. Y los cineastas originales que tú mencionas de las décadas de los sesentas, hasta los noventas, no salieron de las escuelas de cine, salieron simplemente de la actividad cultural, con gente que venía de la literatura, como de otras artes.

¿Y qué de un joven de la periferia de bajos recursos que desee hacer su película?

Para él siempre es más difícil, aunque ahora menos, porque hay un concepto de trabajos en las universidades del cono urbano de Buenos Aires, y han emergido las universidades para los sectores más humildes. Pero, los cineastas argentinos nacieron de la clase media, no nacieron de la clase alta como, en algunos otros países. Y en Argentina hubo un solo caso, de una excelente directora María Luisa Bemberg, que era de clase alta, pero todos los demás, han sido de padres inmigrantes que decidieron hacerse en mi país.

Eres empresario, productor cinematográfico, y periodista ¿Con cuál faceta te identificas más?

Con la de la creación. Y la creación en el cine es más interesante para mí que en el mundo periodístico, porque tiene una ventaja inigualable. Piensas un proyecto, lo imaginas, lo desarrollas, te demoras de uno, a dos años en hacerlo, y termina. Eso ya es una gran ventaja, a diferencia de un proyecto periodístico, que te lo clavas al frente, y lo tienes que pensar. Es difícil cuando tienes un diario; en Página/12 sigo siendo el presidente, pero también voy menos, y no estoy en el día a día, del diario. Allí tienes una estructura desde el punto de vista empresarial que te agobia para tratar de ser independiente, porque tú sabes que la independencia en esas cosas son importantes. En cambio, en el cine puedes desarrollar mucho más tu libertad individual, a mí me interesan los proyectos históricos, y de las ocho películas que realizamos al año, dos, tienen contenido social e histórico.

Hablando de Página/12, se dice que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner financia al diario.

Lo que sucedió en el gobierno de los Kirchner, consistió en cambiar la ecuación de la publicidad en los medios de comunicación. El concepto que ellos decidieron, fue que los medios grandes y hegemónicos, tenían más posibilidad de desarrollarse en el mundo comercial privado, y todos los medios independientes, sencillamente no. Entonces, esa política de respaldo, no es precisamente para nuestro diario, sino, hacia todos los otros medios independientes, que incluyen Página/12; y acompañarlos mucho más publicitariamente, que en gobiernos anteriores. Digamos, que para mí es una decisión estratégica, desde el punto de vista de ellos. En Argentina, como en el resto del mundo, y lo digo porque lo he vivido; en el mercado privado de la publicidad, cuando en tu medio te plantean campañas publicitarias, inmediatamente los otros medios, y hablo de los dos principales, reclaman, y les dicen: “si nos mantienes la pauta a nosotros, te hacemos descuentos especiales, pero si le abres la pauta a terceros medios independientes, te quitamos el descuento”. Eso quiere decir que es una política excluyente de decidir que los demás no existan. Felizmente, nosotros no desaparecimos, y pese a todo, sobrevivimos luego de más de veinticinco años. Pero, no pasó lo mismo con el diario Perfil de Jorge Fontevecchia que apareció hace diecisiete años, y como él tenía un concepto liberal, muy al estilo americano, pensaba que con un diario de excelencia iba a ganar la publicidad privada, pero, la política de descuentos que practicaron los otros medios a las grandes campañas hizo que no tenga ninguna publicidad privada, y a los tres meses, tuvo que quebrar.

¿Estás afirmando que página/12 es un medio independiente?

Lo más independiente posible, dentro de las circunstancias del mercado capitalista. Quiero decir, que las plumas que escriben en Página/12 no están condicionadas absolutamente por nada, aunque podamos tener alguna diferencia de opinión con sus criterios. Por lo tanto, cada uno escribe con total libertad.

¿Qué opinas del divorcio entre Grupo Clarín y el régimen de la presidenta Fernández de Kirchner?

Yo creo que es una situación especial que se dio, sobre todo, en el gobierno de Néstor Kirchner, donde hubo una discusión sobre qué significaba el rol de los medios de comunicación en Argentina. Pero, hoy en día si bien están enfrentados, creo que están volviendo a una relación natural, de que los medios tienen que ser o críticos, u opositores, como en este caso; y el gobierno, ya les está brindando pauta publicitaria, no la que ellos quieren, pero se las está dando.

¿Estás conforme con la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner?

Yo soy una persona independiente en cuanto a conceptos, no soy una persona que piensa que todo está bien en el gobierno. Sí creo, que el próximo gobierno que asuma, al ver hoy las cinco caras visibles posibles, por ahora presidenciales, no creo que sean mejor. Creo que la presidenta Fernández es lo mejor que nos ha podido tocar, aún con todo lo que no hizo, o que no pudo hacer. Y todo lo que por ahora se vislumbra, diría que va a ser un retroceso en cuanto a concepto de apoyos, y libertades, a muchos segmentos de la sociedad que pudieron crecer en su política.


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Escrito por

Luis Felipe Alpaca

Abogado, escritor, editor periodístico, gestor cultural, y en el fondo influenciado por el estructuralismo


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Abogado, escritor, editor periodístico, gestor cultural, y en el fondo influenciado por el estructuralismo